jueves, julio 20, 2006

Fracción

Era un día húmedo esos en los cuales nunca termina de llover ni de salir el sol, conducía por la autopista un poco rápido, tenia que vencer el tedio de alguna manera llegaba a una curva un poco pronunciada. Sentí un temblor en la dirección y escuche una explosión, demonios una rueda delantera había explotado, recordé que en la mañana en la estación de servicio discutía con mi hermano mientras completaba el aire del neumático. Si tan solo no me entrometiera tanto en su vida y hubiese puesto un poco mas de atención en la mañana, posiblemente no estuviese atravesando por esto, trato de estabilizar el volante casi lo logro, al unísono trato de disminuir la velocidad voy bastante rápido debo tratar de controlarlo mientras freno gradualmente, retomar el control.
Se me facilita siempre he mantenido el tren delantero en perfectas condiciones un viejo consejo de un gran amigo, el primer mecánico al cual le confié mi vehículo con un poco de incredulidad debo admitir, años que no se de el como estará. Demonios no responde la dirección, no la puedo enderezar voy contra otro vehículo del canal derecho, el otro conductor no se a percatado de lo que sucede diantre voy contra el no podré evitarlo, si Ernesto el asustadizo estuviese en ese vehículo hace rato que hubiese despejado el canal, tantas veces que me he burlado de su forma defensiva de conducir, golpeo el carro detrás de la puerta del piloto en el costado derecho es un pequeño corsa, paradójicamente es uno de los que a mi parecer es uno de los peores en el mercado ahora averiguaría que tan seguro es el susodicho.

Retomo parcialmente el control cruzo toda la dirección a la izquierda, mi carro se estabiliza un poco pero el que acabo de chocar gira hacia la derecha enfrente de mi, cierro los ojos y piso el freno bruscamente pero aun no he disminuido lo suficiente se que no voy a frenar. Tristemente no puedo hacer mas nada sino esperar el golpe pero recordé a mi tío enseñándome a manejar, explicándome que hacer cuando algo como esto sucediera, bombea el freno para que no se trabe si no te queda mas opción estréllate contra una baranda, un árbol si tienes que arriesgar una vida que sea la tuya los demás no deben compartir tu destino o pagar tus imprudencias, por eso debes ser responsable de tus propios actos.

Abrí los ojos con decisión cruce toda la dirección a la derecha mientras soltaba el freno volviéndolo a pisar el carro que acababa de chocar había vuelto a su canal, imagino que su piloto lo estabilizo, mientras yo me dirigía contundentemente contra la defensa de la autopista. El pavimento húmedo facilito mi deslizamiento solo me queda mirar la defensa que voy a impactar, sin querer lagrimas empiezan a brotar de mis ojos, llegan a mi mente cientos de imágenes de mis amigos de la escuela cuando termine el bachillerato incluso de la fiesta de graduación, mi primer beso recordé lo nervioso que estaba en ese momento; igual que al besar a Karen y lo suave de sus labios, lo mucho que la amo luego como si viviera de nuevo mis recuerdos llegue de nuevo por primera vez a la oficina donde tuve mi primer empleo salude de nuevo a todas las personas que ayudaron a empezar, les daba las gracias por toda lo que me enseñaron, justo antes de entrar a la universidad donde estudio actualmente mis compañeros de curso mis retrasos y problemas con ellos han quedado atrás veo sus caras mientras me acerco a lo inevitable.

Que segundo tan largo siento una mano tibia tocar mi frente, es mi madre dando me un beso como cuando iba a la escuela, y escucho la voz de mi padre diciendo en su particular tono tranquilo lo has hecho bien, pero te vamos a extrañar. Muchacho cuídate y al gracioso de mi hermano no será fácil desacostumbrarme a sus regaños, al escuchar esto siento un rostro en mis manos que llora es mi mejor amiga sollozando no es justo, por que debí estar mas tiempo contigo.

Al sentir el golpe contra la baranda mis ojos se iluminan y veo a Karen mi gran amor besándome en la boca mientras me abrocha el cinturón de seguridad, se separa mientras escucho su dulce voz;

-aun no es tiempo, tranquilo nos volveremos a ver sabes que te quiero pero tu vas a hacer feliz a otra chica.

Despierto dentro de un amasijo de hierros sin poder mover los brazos, adormecido del golpe empiezo a escuchar sirenas, los siempre oportunos bomberos, vuelvo a desmayarme y despierto en un hospital, una atareada y bella doctora me esta curando observo en ella un cautivador brillo en la mirada eso no sucedía desde que Karen murió, una sonrisa se hizo presente en mi adolorido rostro, mientras una lagrima rodaba por mi mejilla.